Buenas
Voy a enseñaros la evolución (por partes) de un pentaphylla propiedad de un amigo del bonsai. Como siempre, él me ha prestado las fotos y yo os cuento un poquito cada momento. La historia del árbol comienza en 2008:
Así era cuando cayó en sus manos.
Otra foto. Aparentemente, una pequeña reordenación de ramas ayudaría un poco.
Pero había un fallo muy importante, y el primero que había que resolver: el nebari. Os dejo una serie de fotos (algo borrosas, pero se aprecia a lo que me refiero). El nebari era defectuoso, tenía ciertos huecos que lo hacían antiestético. Había que ponerle remedio.
Definitivamente, era feo. Así que empezó a arreglarlo. ¿Cómo? Pues como se intuye en esta foto, añadiendo cachos de corteza de pino en la base del mismo. Con mucha delicadeza y algo de tiempo, lo acabó resolviendo.
Así quedó.
Otra vista. Al principio se notaba más, pero poco a poco ha ido mejorando.
Otro día sigo con la historia del pentaphylla, pero ha hecho una buena evolución el árbol.
Saludos
Pues sí que ha mejorado notablemente la base del árbol, en un tiempo, cuando la Naturaleza obre su acción, quedará totalmente imperceptible.
ResponderEliminarUn abrazo
Sorprendente lo que se puede llegar a hacer...Gran solución y como dice Juan en unos años ni se notará la diferencia de corteza.
ResponderEliminarUn abrazo