lunes, 4 de abril de 2011

Volver a empezaaaar, otra vez...

Hoy es lunes (¡qué pereza!), así que para aliviarlo, voy a mostraros cómo acabó mi pino silvestre. La verdad es que una vez plantado da un poco de pena, da la sensación que el trabajo de dos años no ha servido para nada, pero qué se le va a hacer, si veo alguna posibilidad de mejorar mis árboles creo que tengo que intentarlo. Por ellos y por mí.
Al final me decanté por la opción C, y aquí me volvieron a aconsejar. La maceta parece igual, pero no lo es. Tiene diferente altura en un lado, por lo que hay que compensar otra vez el árbol. En el fotomontaje, es más alta por la derecha que por la izquierda, con lo que tiene movimiento hacia la izquierda, al revés que el árbol. Así que, había que buscar que ocurriese al revés. ¿Cómo? Poniendo el lado más alto atrás a la izquierda, para que diese sensación de tener la misma dirección que marca la primera rama, hacia delante y a la derecha. De esto tampoco sabía nada, gracias a Antonio que también me lo quiso explicar.
Aquí es más alta por la derecha.
Aquí ya se compensa más. (También la cámara estaba desde más abajo, con lo que se oculta el fondo). Para dejarlo marcado, pinté con una tiza por dentro de la maceta el punto del frente.
El trabajo de trasplante lo realicé en el museo, y allí me preguntaron que por qué le cambiaba la maceta, pues ambas son de textura rugosa y parecidas. Estos son los motivos:
  1. Siendo de mismas medidas exteriores, esta es de cerámica más fina, por lo que ganaba casi 1cm. de cultivo por los lados. Además, no tiene patas, con lo que ganaba otro medio centímetro de cultivo. Conclusión: misma sensación visual, mayor facilidad para el cultivo.
  2. La anterior sólo tenía un agujero de drenaje, en el centro y un poco pequeño. Además, el centro estaba más alto que los lados, por lo que supongo que bastante agua se quedaba en la maceta. La nueva tiene tres agujeros de drenaje, puestos en los lados, y con "rampa" hacia ellos. Por lo que tiene mejor drenaje, tan importante en los pinos.
  3. Me gustaba más el color, más acorde con el pino albar, o rojo.
  4. Que es una tokoname, y la otra una "chinoname". Y para ciertos árboles especiales, prefiero macetas especiales.
Bueno, aparte de eso, vayamos con la secuencia del trasplante.
 Antes de iniciar el trasplante. Fijaros que las agujas no tienen ese color verde intenso típico suyo.
El árbol había sido regado esa mañana, pero las raíces no dejaban caer el agua y la retenían dentro. Vaya melena que echó en dos años.
 David me estaba ayudando, la verdad es que no me vino mal, me había fastidiado el codo esa mañana y no tenía fuerza ni para apretar los alambres.
Quitando la tierra de monte. En dos años se había degradado muchísimo y era una arcilla que retenía mucha agua. El pino sólo había echado raíces por la tierra buena, por la akadama que le puse en su día, el centro tenía pocas raicillas.
Bueno, ya terminado. Al final sí que lo levanté un poco, por lo que la copa necesita otra vez que la recoloque, ya para cuando se recupere.
Como apunte final voy a deciros que la tierra que he usado ha sido 40% kiryu, 30% akadama y 30% pómice. Ya os contaré que tal va esta mezcla.
Un saludo

1 comentario:

  1. Hola Marcos, es una mezcla muy chula, al menjos es muy parecida a la que he usado yo en un quejigo grandote.

    por cierto micorriza ese pino porque las raices no tenían el aspecto micorrizado, es posible que el color de aguja sea por eso o bien por falta de hierro.

    en todo caso no dudes en micorrizar, la manera más efectiva es usando micorriza natural recogida en el monte.

    o bien con pastillas pero estoy seguro que la inoculacion es menos efectiva.

    buen pinito! y la maceta muy chula. de que autor es?

    un saludo!

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