Hoy termino con este perejil. Lo que voy a mostraros es un trabajo que le hice simplemente por probar. Si quedaba bien se quedaría así, pero mi idea ya no pasaba por formarlo así. Pretendo un diseño mucho más simple y acorde con lo que es.
Si os fijáis, tiene un primer tramo recto que he intentado doblar, pero me ha sido totalmente imposible. Así que decidí hacer más pruebas. Cogí la rama principal y la fui comiendo con la cóncava para reducirle su grosor. Ahora sí que podía doblarla en condiciones. Y bueno, la doblé como quise entender, un poco alocado, sin una idea fija. Y así quedó. Este trabajo lo hice en marzo, a principios, y el árbol ya ha empezado a brotar. Dentro de poco empezaré a cortar follaje (en junio, para sacar esquejes) y dejarle el sol a la parte que más me interesa. Lo que haré al final será una especie de bunjin, usando esa rama alta que tiene, que tendrá que ir vigorizándose poco a poco. El frente sería aproximadamente el de la 2ª foto.
Así era. Una masa verde con un "faro".
Y desde la parte trasera. Aquí se ve más como será su futuro.
Trabajo desde un lado
Ese primer tramo recto no va con el resto del árbol.
Un poco levantado.
Desde un lado.
Más.
Y última.
Ya sé que este árbol es un auténtico perejil, pero tiene cierto valor sentimental, pues es un regalo, así que me tocará sacar algo bonito de él para aguantarlo todos los días.
Un saludo
bueno... los perejiles como quien dice siempre ayudan a pasar el tiempo entre arboles buenos...
ResponderEliminary alguno siempre puede unirse al club de los buenos ;-p
hola es lo que me falta a mí practicar ,creo que vas por buen camino ,con tu edad y esta ilusión llegarás lejos un saludo
ResponderEliminarTienes razón Alejandro, para entretenerse de vez en cuando vienene genial.
ResponderEliminarCreo que en la práctica está la base del bonsai, ojalá tuviese más material para practicar, seguro que lo disfrutaba más y evolucionaba antes. Pero la ilusión siempre la mantengo, pero lo de llegar lejos... eso lo dirá el tiempo.
Un saludo