La entrada de hoy va para todos aquellos que, una buena mañana que tienen libre, salen a su rincón de bonsais, echan un vistazo y se dan cuenta de que no tienen qué trabajar. ¿Por qué? Pues porque los trabajaste hace poco, porque no toca nada, poque les falta vigor, etc. Y uno tiene ganas de trastear, así que, cabizbajo, vuelve a entrar en casa. Al poco, se te enciende una bombilla, coges el coche, y marchas a un vivero. Según iba con el coche, pensaba: "voy a probar con los cotoneaster, que puede salir algo decente en poquito tiempo.
Y con estas llego al vivero, salgo a la zona de plantas exteriores, y según voy buscando los cotoneasters veo de todo: sabinitas, piceas, romeros, arces, tejos, etc. Pum, me paro, miro los tejos. "Son chiquitines", pienso, me pongo a buscar el nebari y me doy cuenta de que se mueve mucho. Este no tiene muchas raíces, ni sus compañeros. Aún está hinchando yemas, se puede trasplantar ya. Y, con lo poco que me gusta trasplantar árboles con unos cepellones muy compactados (típico en los viveros), cojo el tejo y me marcho.
Llego a casa, preparo todo para trasplantar, y me encuentro con esto. Decidido, va a ir una maceta de las nuevas, a la colección boyos. (No lo digo muy seguro, pero tengo muchas ganas de estrenar alguna).
El pobre según llega.
Tiro un poco y sale esto. Como véis, no tenía mucha raíz.
Primer error. Muchas veces los tejos de vivero vienen con gorgojo. Ya es el segundo. Solución, agua a presión para limpiar el cepellón.
Ya bastante limpio. Una buena cabellera, y las raíces largas pueden cortarse sin problemas. Parece que las larvas no atacaron mucho.
Otra vista más general.
Cortada alguna raíz
Y ya plantado y podado. Un poco de musgo por encima, y a dejarlo.
¿Por qué lo dejé si yo lo que quería realmente era alambrar un poquito? Pues supongo que habrá sido porque inconscientemente me di cuenta que tras un trasplante con lavado de raíces lo que tocaba era podar algo, dejando brotes vigorosos, y dejar que se recupere. Al menos pasé la mañana y, en un futuro, cuando salga a la terraza, veré uno más al que poder trabajar, jeje.
Un saludo
esta entrada ha sido muy graciosa!
ResponderEliminargracias a dios ya no piso los viveros! ¿porque? porque he hecho tantas veces lo que comentas que ahora no puedo ni entrar en casa jajajajja
Teneis los dos razon,yo lo he solucionado metiendolos en el suelo de la huerta,los saco,enredo y luego a los años cuando me canso los vuelvo a meter,cada vez es un perejil yamadori jajajajajaja
ResponderEliminarCon los años mejoran mucho y asi las terrazas no se llenan a la japonesa
Ya veo que no soy el único... Pues aún ando pensando en un cotoneaster, tendré que volver e ir al vivero de nuevo. Aunque, pensándolo bien, estoy pensando en hacer un yamadori urbano, tengo visto un cotoneaster en un jardín de aquí que me encanta....
ResponderEliminarHasta otra
hola yo hacía lo mismo hasta que me lo prohibí jaja,todavía recuertdo quitando gorgojos a altas horas de la madrugada en un tejo que compré ,un abrazo
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