jueves, 21 de abril de 2011

Junípero chino, primer fracaso.

Buenas
Pues como bien dije el primer día, en este blog entrarían todo tipo de cosas. Desde trabajos en los que creo que he logrado algo, hasta aquellos en los que considero que en vez de avanzar el árbol, éste va para atrás. Al menos, eso creo, voy aprendiendo un poco más de esta especie.
Este junípero me lo regalaron mis padres en una visita que hicieron a bonsaizen, allá en el verano de 2009. Llevaba tiempo con ganas de tener un junípero de estos, a ver si les empezaba a pillar el tranquillo. No es un itoigawa, ni el árbol es espectacular (ni lo será), pero al menos me sirve para aprender a manejarla.
Así era cuando llegó, aquí simplemente está engomado, para proteger, pues tenía pensado torsionarlo bastante.
Parte trasera
Un lado
El otro lado
Había logrado compactar el árbol.
Con un poco de inclinación.
Pero no me gustaba. Además, le metí mucha caña y empezó a brotar en aguja. Lo volví a estirar, quedando así.
Y hasta aquí la primera parte.
Como brotó en aguja lo dejé tranquilito hasta 2010, cuando lo trasplanté a tierra buena (akadama y pómice, quitándole bastante de turba que traía) y este año me volví a liar e hice un experimento. Pero ya os contaré más adelante.
Un saludo

2 comentarios:

  1. Pues me parece fenomenal intentar cosas,solo asi se les coge el tranquillo a las especies....segun mi parecer.
    saludos

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  2. Tienes razón Rubén, aunque lo primero es pillarles el cultivo, pero muchas veces me impaciento y actúo antes. La verdad es que desde entonces no lo toqué casi en dos años, que sólo lo trasplanté, y se le ha notado agradeciéndolo.
    Un saludo

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