viernes, 18 de octubre de 2013

Repaso a un tejo, empezando de nuevo

Buenas
Volvemos al mismo:
 Antes de empezar los trabajos.
Este árbol ha pasado ya por varios maestros. Lo cierto es que el primero buscaba el diseño que más me convencía pero secó la rama que sería nuevo ápice y continuación del tronco (el trabajar un árbol sin vigor es lo que tiene).
Diseño propuesto por David Benavente. Es más, ahora me doy cuenta que el árbol está diseñado con moviemiento ligero hacia la derecha y el contrapeso está a la izquierda... Apreciación muy importante, al menos para mí. ¿Lo veis así todos?

Además, tras aquel primer diseño, el árbol secó la vena que alimentaba a aquella parte del tronco y surgió ese shari que tiene en el tachiagari, algo no pensado en sus inicios. 
Los siguientes diseños fuero hechos colocando el ápice más arriba.
En 2011, con trasplante incluido. Al principio estaba encantado, pero lo veía muy alto.

Y el diseño de 2012, en el que se retocó la madera del shari para darle más carácter (sólo con gubias y paciencia). En este diseño se trató de compactar bajando la rama que había sido el ápice.
Pero siempre pensé que seguía siendo demasiado alto, así que mi intención sería reducirle en altura. Este año en la brotación sacó alguna rama más baja lo que me ayudaría a crear un árbol más compacto y creíble para su diseño (unas ramas colgantes casi verticales no me resultarían demasiado convincentes). Hasta ahora me pregunto si he logrado alguna evolución en el árbol, pero sé que, al menos, habré ganado experiencia. 
Aprovechando su gran vigor mostrado, me he decidido a meterle mano. Primer paso, cargarme el anterior ápice y sustituirle por otro más bajo. Además, hacer un nuevo tramo de madera muerta.
Rama podada. Se ve el nuevo ápice y, con tiza, por dónde va el nuevo tramo de shari-jin.

Parte trasera.

El después, desde el frente.

Parte trasera.

Otra más de la parte trasera.

Ahora toca sellar las heridas. Prefiero hacerlo teniendo en cuenta que el otoño está aquí encima y en Burgos eso puede suponer heladas.
Como habéis podido ver ya, también alambré. Como al final podé bastante, en el alambrado fui suave y sólo hice ramas principales. Con la poda busco sobretodo retroceder el verde y tenerlo donde me interesa. Ya diseñaremos más adelante bien a fondo. Pues bien, a veces, al alambrar coníferas, las ramas se desgajan. Y aquí me pasó:
Si os fijáis, puede apreciarse una pequeña grieta, justo en la bifurcación más baja.

Y aquí surgió otra, ésta bastante grande.

Una vez que ha ocurrido, lo mejor es sellar por si acaso. No suelen ser graves estas grietas y no tienen por qué poner en peligro la salud de la rama. Pero mejor prevenir.

Otra más donde muestro esto.

Y ahora, fotos del final. No es muy espectacular ya que, como dije, sólo alambré lo principal. Esas ramas que junté en el ápice, son ramas que tienen que ser podadas pero que no podé para no restar excesivo vigor.

Lado izquierdo

Lado derecho

Parte trasera

Frente
Saludos

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