Buenas
El viernes era festivo en mi ciudad, por lo que decidí aprovecharlo para escaparme a Madrid. Tenía dos propósitos: hacer una visita al jardín de David ya que mi estancia allí me dejó marcado y guardo muy buena relación con todos ellos y dejar a mi acebuche en las manos de Alberto, un aficionado al bonsai madrileño y muy buen amigo, intentando lograr así que el arbolito se fortalezca con los calores madrileños.
Me dejo de rollos y os enseño las fotos:
La "diferente"
Parecía un árbol de flores y no de hojas. ALUCINANTE
Tejo cuspidata que siempre me ha llamado mucho la atención a pesar de su "simpleza".
La madera de este otro cuspidata también es espectacular. Impresiona más el cambio que le ha dado que otra cosa.
Flores de styrax japonica. Aprendí que esta es una especie de flor (no lo sabía).
Y la excusa para viajar a Madrid, ya tomando el sol allí. Espero que nos volvamos a ver en breve, pero él algo más crecidito y verde, jeje.
Saludos
La azalea parece de otro planeta, es increible el mantenimiento que hacen David y sus chicos de los árboles del jardín.
ResponderEliminarNo en vano, es su escaparate y carta de presentación.
Gracias por enseñarnos las fotos.
Un abrazo
Buenas Dani
EliminarQué razón tienes. Lo que hacen ellos es algo logrado sólo con el trabajo diario.
Me alegro de que te hayan gustado.
Saludos
Impresionante la azalea,una joya. Gracias por compartir las fotos.
ResponderEliminarUn saludo
Buenas Loli
EliminarGracias a ti por estar siempre ahí, al pie del cañón.
Saludos
Como han dicho los anteriores compañeros, sólo por ver esa azalea seguro que ya ha valido la pena. La verdad es que a los olivos el frío de nuestro clima como que no les acelera. Necesitan calorcillo para que desarrollen todo su potencial, seguro que en unos meses estará estupendo. Lo malo de esto es que luego ya vendrá otro otoñó para pasarlo en tu tierra.
ResponderEliminarUn abrazo
Buenas Juan
EliminarSí, es algo increíble ver una azalea así con tal floración.
Espero que al olivo le siente bien el calorcito y empiece a tirar con alegría. El otoño se lo alargaré en Madrid hasta casi noviembre, y luego me lo traeré a Burgos y lo meteré en invernadero para tenerlo protegido.
Saludos y gracias por comentar