martes, 22 de noviembre de 2011

Arce buergeriano, "el pequeñín"; parte II

Seguimos con la historia de este arce. Primero aclararos que no es mío, es una lástima, pero lo bueno es que su dueño me ha pedido ayuda para ayudarle a trabajarlo este otoño. Espero seguir su evolución durante un tiempo.
Cuando lo compró habló con otros compañeros y entre todos se decantaron por el frente A, porque es más imponente. Los inconvenientes que le veo son: el ápice se va hacia atrás y hace un pecho de paloma por la parte alta del tronco que no me convence. A mí me pasa como a José Acuña, me gusta más el frente B. Aunque, si os fijáis, el carácter del árbol cambia. Éste se hace más suave y sinuoso, da menos impresión de fuerza.
Bueno, el trabajo que se hizo fue de poda. Selección de ramas para tenerlas alternas y acortar las de la parte alta para equilibrar vigor. Si este árbol fuese mío también lo trabajaría de otra forma, volvería hacia atrás; es decir, podaría más corto, eliminando las marcas de alambre que hay en las ramas, creando ramas más cónicas, etc. Pero su dueño no quiere perder la "evolución" hasta ahora dada, así que las decisiones que se han tomado en su formación van por esta "vía rápida".
Detalle de la primera rama. Se pueden observar los "tridentes" que nacen. Habrá que seleccionar.
Ya podada. Fijaros en la poca conicidad de la rama. Esa primera que sale tendrá que vigorizarse mucho para el año que viene, a ver si engorda y ayuda a que la base de la rama adquiera grosor.
Vista de la parte final. Mismo patrón, dejando únicamente bifurcaciones.
Visión final del árbol una vez terminada la poda. Ahora sólo queda alambrar.
Un saludo

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