Mis chaenomeles

Buenas

Actualmente tengo dos chaenomeles. Como os comenté, el bueno casi se va para el otro barrio, y el otro es poco más que un plantón, así que espero verlos en muchos años en alguna exposición, no antes. Es de esos árboles que, hasta malos, me encantan. 

Lo primero de todo, voy a disculparme porque las fotos de hoy, todas, son con el móvil. Pero viendo que más de uno me ha preguntado, aprovecho y les cuento.

Además, voy a aprovechar un poco de la enfermedad y del tratamiento. Lo que observé era que mi chaenomeles se iba poniendo ligeramente amarillo. Ya me había pasado anteriormente en otros dos y, además, apenas crecían. Sólo dos hojitas por brote y ahí se quedaban. Sin hacer chupones largos clásicos en los chaenomeles (un junípero cuando está fuerte también emite muchos brotes largos, por ejemplo). Además, tocaba las hojas y se caían. Parecía que tenía un ataque de araña roja. Pero agitando las ramas sobre un papel blanco nunca se veían rastros de araña... No entendía que pasaba.

Os enseño tres fotos en agosto, las mismas que le mandé a mi profesor.

Nada más verlo da pena. El ápice al principio estaba frondoso como las ramas bajas y estaban cayéndose las hojas... Estando a la sombra y con el verano suave que tuvimos, no atendía a un secarrón. Su mensaje fue claro: "si fuese mío, lo trasplantaba. Ese árbol está muriéndose, tiene carcinoma. A raíz desnuda, limpia raíces, baño en enraigard o similar, tierra nueva y gruesa. Luego aplícale tratamiento".

Al principio me lo pensé mucho, pues un trasplante en agosto era un riesgo muy grande. Pero por otra parte, nunca me ha temblado el pulso. Así que lo hice: defoliado y luego seguí todas las instrucciones. Ni hice fotos, no tenía ninguna gana. En el trasplante estuve dos o tres horas buscando los bultos típicos del carcinoma. Al principio son casi imperceptibles. Luego los ves fácilmente. Estaban todas las raíces plagadas de bultitos. Creo que extirpé todos, pero es posible que alguno se me escapara. También aproveché para girarlo de la maceta y marcarle un poco más el frente. Lo normal es trasplantar los chaenomeles en otoño, puesto que el carcinoma con el calor se reactiva, pero este era un caso extremo. Además, iba a empezar a tratarlo ese mismo día. 

Al poco tiempo empezó a mostrar buenos síntomas de mejora, hinchando yemas y brotando al mes. Mientras, trataba al árbol.

Sobre el tratamiento y  la enfermedad. Parece ser, por lo que he leído, que cuando la tierra es vieja y no drena bien, aparecen unos nemátodos que muerden las raíces. Al morderlas, transmiten al árbol una bacteria que provoca el carcinoma. Así que la solución era fácil: una vez eliminado el carcinoma, hay que luchar contra la plaga. Primero aplico nematicida para el suelo y, a las 3 semanas, un fungicida-bactericida de cobre. Pasadas otras 3 semanas, de nuevo lo apliqué. En total lo he aplicado 3 veces. Y claro, también a mi otro chaenomeles. En el otro, que también se puso amarillo en agosto y lo defolié, no lo trasplanté hasta este domingo. Pues bien, tenía pocas raíces, casi todas nuevas y muy cerca del tronco pero muy sanas, sin bultos ni demás. Espero que el grande siga su camino... Os dejo fotos de uno y del otro.

Tiene fallos en el diseño a corregir, pero eso no me preocupa. Brotó, pero débilmente. Digamos que sigue en cuidados intensivos.

Es mucha más maceta que árbol (en cuanto a calidad), pero la pátina la logran las macetas usándolas muchos años y, como yo no me desprende de mis chaenomeles, hace buena función.

Saludos