viernes, 23 de septiembre de 2011

Más pasos en un junípero

Buenas
Hoy sigo con la historia de este junípero:
En la segunda parte, en la de probar cosas, hablé de que mi idea para este árbol era hacer una especie de bunjin. Y fui preparándolo para esto... Y de repente, en verano, vi un trabajo sobre un junípero que me dio una idea para hacer de este árbol algo distinto a un bunjin. Y como ha brotado muy bien y fuerte, emitiendo los típicos chupones que hace esta especie cuando está vigorosa, le he dado un pequeño alambrado. Podía haber alambrado más, pero no me quería exceder. He movido un poco los dos troncos, una rama del tronco superior y la continuación del tronco que cae. Con esto no consigo una silueta definida, pero resto menos vigor al árbol. Más adelante, seguramente en otoño del año que viene, cuando tenga más verde, podré hacer algo más.

 Lado A antes de empezar
 Lado B
 Lado C
 Lado D
 Alambrado. El plástico sobre la maceta es para evitar la caída de la tierra.
Ahí el pañuelo tapa el verde que sobra. Pero por no debilitar en exceso y provocar que se pudran raíces en la tierra, no he cortado. Iré cortando este invierno para cuando llegue el trasplante no afectar mucho.
No sé si véis la idea. La rama baja hay que colocarla entera, y el ápice tiene que ser mucho mayor, según crezca un brote que surgió ahí ese año. La primera rama del tronco de arriba, además, tiene que crecer bastante. Es un árbol al que le queda mucho, pero ya le veo un mejor futuro.
Aquí tenéis el árbol en el que me inspiré: 
Un saludo

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